martes, 23 de diciembre de 2008

Hacer una fortuna por internet

Por enésima ocasión en el año, me escriben desde lo más profundo de África para decirme que necesitan mi ayuda urgente para obtener la nada despreciable cifra de 25 millones de dólares, que es mucho más dinero del que espero ganar sobándome el lomo durante toda mi existencia.
El remitente de tan jugosa y atractiva oferta es un tal Akbar Shykh, que dice ser Bill and Exchange manager —que quién sabe qué demonios sea eso— del Bank of Africa, en Oauagadougou, que es la capital de Burkina Faso, un país que hace unos años se llamaba Alto Volta.
Según el relato del tal directivo bancario, uno de sus clientes pasó a morirse en un accidente aéreo con toditita su familia, quedando sin descendencia ni ascendencia visible, porque los 25 millones de dólares que tenía en 2003 carecen de dueño.
Amablemente, el tal mister Shykh ofrece 40 por ciento de los fondos con solo ayudarle a obtener la cuantiosa cantidad. Él, desde luego, obtendría el 60 por ciento restante.
Claro, antepone lo que llama “ética profesional” —que ha usado para administrar una cuenta de este tipo— para manejar con sigilo la operación de transferencia.
Y sólo pide que le mande un fax para solicitar el dinerito.
¡Ah! Y también algo de información personal. Ya saben: nombre, dirección, nacionalidad, edad, sexo, ocupación, estado civil, teléfono y fax. Cualquier cosa.
Y ya. Así se puede uno ganar 25 millones de dólares.
Claro que no es la primera vez que un supuesto funcionario del Banco de África pide urgentemente mi ayuda. Además de Burkina Faso, me han llegado de Polonia, Kenia y Costa de Marfil.
Unos administran dinero de un acaudalado personaje, otros de un opositor al gobierno, algunos de un alto exfuncionario, otros de hijos e hijas desamparadas, enfermos al borde la muerte que me han elegido como heredero… En fin, un montón de supuestos.
Desde luego, yo quisiera volverme rico de la noche a la mañana. Y supongo que el hecho de haber respondido a los test de inteligencia en internet me ha hecho candidato a una estafa monumental.
Igual que en los resultados de sorteos que llegan por mensaje de texto al teléfono celular o vía telefónica.
Que de haber respondido ya me habría ganado, además de millones de dólares, autos, teléfonos, casa y mil y un premios más. Nomás que no se me da la gana. Ya ven como es uno de contreras.

No hay comentarios: