lunes, 8 de diciembre de 2008

¡Arre borriquillo, arre burro, arre!

Este fin de semana acudí a la venta nocturna en el centro de Toluca. De mirón, desde luego.
Me encontré a docenas de habitantes de esta capital del estado de México que son unos verdaderos jumentos cuando se trata de asuntos viales. Sí, porque todos nos quejamos de que en esta temporada es imposible circular en auto particular, taxi o autobús por Toluca y Metepec, pero basta abrir los ojos para observar a docenas de imbéciles que se estacionan en donde no deben, obstruyendo el tránsito. ¡Ah! Y se enojan cuando un agente de tránsito les indica —en buena o mala forma— que está prohibido estacionarse.
Los muy burros.

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