domingo, 7 de diciembre de 2008

¿Cuál crisis?

Desde hace años tengo la certeza de que cuando los funcionarios públicos se ascienden al primer o segundo nivel, empiezan a vivir una realidad que está fuera del alcance del mexicano promedio.
Basta leer sus discursos o ver sus actitudes para darse cuenta de que su México es diferente del México de los de a pie —alternar con ellos sólo permite confirmarlo—. Ellos pueden pedir paciencia frente a la inseguridad, exhortar a la población a ponerle más empeño en su trabajo para remar contra la crisis e incluso pedir que la gente haga una vaquita pa’ cooperar al teletón. Incluso, negar que estemos en recesión.
Como lo hizo la Secretaría de Hacienda este fin de semana. “Para la mayor parte de los especialistas, una recesión se tiene cuando se registran dos o más trimestres de crecimiento económico negativo de manera consecutiva, algo que no ha sucedido aún en Estados Unidos desde la década pasada ni en México desde 2001”, afirma la Secretaría de Hacienda.
En otras palabras: oficialmente no estamos en crisis.
¿Que a ustedes, estimados cuatro lectores, no les alcanza en dinero?, ¿que les parece que ya todo está más caro?, ¿que la gasolina ha tenido al menos 25 incrementos este año?, ¿que el pasaje ya subió?, ¿que con su salario compra menos de lo que adquiría a principios de este año?, ¿que alguien al que usted conoce ya perdió su trabajo?, ¿su empresa se ha visto forzada a recortar personal o reducir las jornadas de trabajo?, ¿ha tenido que modificar sus planes a corto y mediano plazo?, ¿le debe un dineral al banco?, ¿maldice la hora en la que recibió la tarjeta de crédito que lo tiene ahorcado?, ¿ahora alterna su trabajo con algo de medio tiempo o la venta de algún producto?, ¿tiene que hace horas extra pa’ que alcance?, ¿le echa más agua a los frijoles?
Pues quién sabe cómo se llame eso.
Ni crisis ni recesión.
Oficialmente.
Pero es que este es otro México. No lo olvide.

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