lunes, 10 de noviembre de 2008

Lo caido caido

De puro churro estaba en mi pueblo el sábado pasado, en una reunión que para ustedes no tiene la menor importancia, pero que es trascendental, pues mi familia paterna ha decidido verse cuando menos una vez al año, para ver cómo hemos cambiado unos y otros, además de reconocernos o incluso conocernos.
Porque la familia de mi difunto padre es tan extensa, que les juro que me puedo cruzarme en la calle con algún primo, sobrino, sobrino nieto o sobrino bisnieto y no saber ni por equivocación que existe algún parentesco.
Así que en eso estaba, cuando me enteré que el diputado federal de mi distrito, que es Gustavo Cárdenas, iba a tener una reunión con las fuerzas vivas del pueblo de Los Reyes.
De modo que me apersoné cuando el acto estaba a punto de culminar —y yo había instalado la electricidad en la carpa instalada en mi casa y asistido a una parte de la reunión en la que religiosamente recordamos 50 años de la muerte de mi abuelo—.
El diputado Cárdenas hacía uso del micrófono, cuando algún vecino bien intencionado —supongo— le hizo saber que estaba ahí. Así que en menos de lo que les cuento, estaba yo en el templete en medio de las altas autoridades locales, municipales y distritales. Les soy sincero, esperaba una rechifla pero la gente se portó bien y creo que hasta algunas palmas se batieron; debo decir que jugó a mi favor que ya habían sido entregados, simbólicamente, algunos materiales y se había anunciado una inversión de casi medio millón de pesos para el centro de salud —algo en lo que por lo que entendí, se había hecho guaje el alcalde—.
En el acto, se anunció que la repavimentación de la carretera de mi pueblo es un hecho.
Ahí, como más vale llegar a tiempo que ser invitado, me convidaron a dar el banderazo de salida de la maquinaria que estará trabajando en esta obra que mis vecinos venían solicitando desde hace cuatro años. Un reclamo con el que me solidaricé y durante un rato estuve jeringando en este mismo tercio de plana.
Dicho de otro modo: por fin van a repavimentar mi carretera.
Lo que no sé es si tengo que pagar cierta apuesta con el notario René Santín. Porque los fondos de los que sale la repavimentación son federales —gestionados por el diputado Cárdenas, que prometió y cumplió—.
Pero no importa si el recurso es estatal o federal, porque como dicen en mi pueblo, lo caido caido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Don Felipe González. ¡Hasta que se te va a hacer, amigo! Me da mucho gusto saber que finalmente tus plegarias fueron escuchadas. Bien por ti, por la gente de Los Reyes,y hasta por nosotros que de vez en cuando nos damos una vuelta por allí, ya para jugar fútbol, ya para comprar una torta o un pastel.
Profr. Ariel Pérez Jiménez