jueves, 13 de noviembre de 2008

Carretadas de dinero


Si ustedes son los felices poseedores de una cuenta de correo electrónico, seguramente en algún momento de su internáutica existencia han recibido un correo electrónico basura, o spam, como es conocido técnicamente.
Los hay por centenares de denominaciones y temas.
En mi caso particular, he tenido el gusto de recibir orondos mensajes de diplomáticos africanos que me hacen acreedor a una herencia de varios millones de dólares de un pariente que tuvo a bien pasar a mejor vida, pero debo compartir aunque sea un mínimo de la inmensa fortuna. También de funcionarios bancarios ingleses que claman por mi ayuda para poder reclamar una cuantiosa cuenta de un difunto que está a punto de ser confiscada por el banco, pero tengo la oportunidad de solicitarla para mí, desde luego vía la intercesión del remitente que igualmente pide una cantidad para su bondadosa persona.
Además, me han llegado ofertas de viagra, cialis, farmacias completas a precio de descuento, tratamientos para alargar el pene, programas para mandar mensajes a celular sin gastar un centavo, listas de gasolineras, tarjetas de crédito, paquetes del correo de Estados Unidos, replicas de relojes a precio de risa, invitaciones a cursos, sensacionales paquetes de promoción… y tantos otros mensajes, que necesitaría revisar uno por uno para enterarme de todo lo que borro en automático.
En uno de mis correos electrónicos —porque uso varios— he recibido hasta un centenar de estos mensajes en una semana, en otro de ellos acabo de hacer la cuenta de que en 15 días llegaron como 120, y al sumar las cantidades, fácilmente llego al millar cada dos semanas.
El spam es realmente molesto. Seguramente compartirán esta impresión conmigo.
Pero es más molesto cuando uno se entera de que los jijos de tal por cual que están detrás de los envíos masivos de correo electrónico basura ganan carretadas de dinero.
Verán: hay un estudio donde un grupo de científicos de computadoras de las Universidades de California y Berkeley infiltraron la más conocida red de spam del mundo para estudiar el nivel de respuesta que los mensajes de spam obtienen. La susodicha red, conocida como Storm, en su mejor momento llegó a controlar más de un millón de computadoras infestadas con virus que las convertían en zombies emisores de spam. Después de infiltrar a Storm, este grupo de científicos crearon falsos sitios web y usaron la misma red para enviar 350 millones de mensajes spam anunciando los sitios, donde supuestamente se vendían productos farmacéuticos y alternativas herbolarias al viagra. El estudio mostró que uno de cada 12.5 millones de correos electrónicos conducen a la venta del producto que anuncian. Es decir, un retorno positivo 0.00001 por ciento.
Pero a pesar de este bajísimo porcentaje de respuesta, los científicos calcularon que las personas que controlan una red de correos electrónicos zombies de un tamaño y capacidad similar a Storm, pueden ganar siete mil dólares al día. Es decir, algo así como 3.5 millones de dólares en un año.
¿Verdad que da coraje?

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