jueves, 20 de noviembre de 2008

Esperanza de vida

A ver quién me saca de este embrollo:
Más de la mitad de mi vida he vivido en una zona rural del estado de México, aunque no exactamente en los municipios de Temascalcingo, Villa Victoria, Tenango del Valle, Amecameca, Villa de Allende o Acambay en donde la esperanza de vida es de 70 años.
El resto del tiempo me la he pasado entre la capital del estado de México y el bucólico paisaje rural mexiquense.
Añádanle una condición: como varón que soy, los años que puedo vivir se reducen a una cantidad menor al promedio estatal, puesto que está plenamente comprobado que las mujeres viven más tiempo.
De modo que no sé cuál será mi esperanza de vida.
Lo único cierto es que a mis treintaypocos años recién cumplidos ya voy comenzando la bajada.
Pero me gustaría saber, por una curiosidad normal propia de los seres humanos, de cuántos años dispongo. Es decir, cuántos me tocan, para irle midiendo el agua a los camotes.
Aunque, ya saben, nadie tiene la vida comprada y esas cosas que la sabiduría popular expresa muy bien acerca de que nuestra esperanza de vida puede terminar en menos que canta un gallo.
No me preocuparía si viviera en Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Toluca, Cuautitlán Izcalli o Metepec. Ahí puede uno aspirar a vivir 77 años si no es que más.
Pero dado que he vivido lo mismo en un pueblo mexiquense común y corriente y en la capirucha del estado, no sé qué pensar ni qué clase de planes estoy en posibilidades de hacer.
Lo más sencillo sería decir: vivo en Toluca, por lo tanto viviré 77 años. Pero la cosa no funciona así —eso creo—, de modo que lo sensato sería obtener un promedio que como resultado obtendría que mi vida significará 73 años y medio, un poco menos del promedio estatal pero un poco más que lo que me anticipa la alocada demografía.
Pero parece que no es tan simple.
***
Hoy no habrá, como otros años, desfile de la Revolución mexicana.
Lo siento mucho porque es mi etapa favorita de la historia. Y aunque digan que la conmemoración y la fecha persisten, yo digo que forma es fondo. Y que la que pierde es la Revolución.

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