martes, 7 de abril de 2009

Pecado


En esta época del año dan cualquier cantidad de películas religiosas. Desde el Antiguo Testamento y el Éxodo judío, hasta las vidas de todos los santos y santas del cielo.
Desde luego, en esa gran gama de filmes tengo mis favoritos. Aquellos que si programan en la telera procuro ver. Aunque se hayan repetido cada año desde que se inventó la televisión.
En esta selección se incluyen lo mismo películas mexicanas que extranjeras.
Por ejemplo, la clásica de clásicas es El Mártir del Calvario. Nomás pa’ que se hagan una idea de su longevidad, la estrenaron allá por 1952. el protagonista fue el actor español Enrique Rambal que, créanlo o no, con esa película se volvió hiper famoso en el México de la mitad del siglo pasado. De hecho, es la película mexicana acerca de la pasión de la que más me acuerdo.
Aunque también existe una que también se programa anualmente —como para darle variedad al asunto— en la que Claudio Brooks, con ese vozarrón que tenía, personificó a Jesucristo en Jesús, nuestro señor, una película filmada a finales de la década de los sesentas. Acá entre nos, esta película es lo más parecido que hay en el cine a las representaciones anuales que se celebran en pueblos y ciudades de toda la república mexicana: las pelucas, las túnicas, los escenarios, los turbantes, parecen sacados de Iztapalapa o de Los Reyes, mi pueblo nativo en donde también se representa el viacrucis. Cómo estará la cosa, que el cómico Pancho Córdova aparece en el papel de uno de los sumos sacerdotes judíos.
Pero la cosa no para ahí.
Quienes programan películas en idioma extranjero habitualmente transmiten Rey de reyes. King of the kings, en su nombre original. Es una película súper larga, en la que el actor estadunidense Jeffrey Hunter encabeza el elenco. Aunque no tan larga como los 371 minutos de Jesús de Nazaret, la súper producción de Franco Zeffirelli para la televisión, en la que el actor inglés Robert Powell interpreta a Jesús. La serie de grabó en 1977 y desde entonces la ponen cada año. Aunque soplarse seis horas más comerciales, no es cualquier cosa. De modo que anualmente la dan por parte para que el público conocedor no se vaya a cuajar.
Ahora que si vamos a mis favoritas, yo prefiero Ben Hur y Barrabás. Dos filmes del año del caldo —la primera es de 1959 y la segunda de 1962—, protagonizados por Charlton Heston y Anthony Quinn, respectivamente. Desde luego, incluyo, El Evangelio Según San Mateo, de Pier Paolo Passolini.
Pero la neta del planeta en esta temporada son dos peliculones. Una es La vida de Brian —una de cuyas escenas se puede ver aquí—, de los Monty Phyton. Y La última tentación de Cristo, de Nikos Kazantzakis, dirigida por Martin Scorsese —a la que pueden ver acá—.
Ambas deben verlas. De hecho, no ver la segunda es pecado.

No hay comentarios: