viernes, 20 de febrero de 2009

Vivir fuera del presupuesto…

Supongo que es cosa de la crisis económica. Y del desempleo galopante que vivimos en el estado de México.
El caso es que docenas de ciudadanos de bien —es un decir— del estado de México quieren ser candidatos a algún puesto de elección popular.
Quieren ser síndicos, regidores, presidentes municipales y en menor medida diputados locales y federales —porque en estos dos últimos casos se necesitan palancas o una importante carrera en el sector público—.
Las candidaturas son finitas. Pero las ansias de servir —o servirse— a la administración pública se han propagado por miles de personas, si contamos a todos los partidos políticos.
Pareciera que la máxima de vivir fuera del presupuesto es vivir en el error —frase atribuida a César Garizurieta, apodado El Tlacuache— es la consigna de vida de muchos mexicanos. O que ante la falta de empleo pues manque sea hay que buscar la posibilidad de ser candidato a regidor…
Y aunque sólo haya de seis a 10 posiciones —dependiendo del tamaño del municipio—, se inscriben como aspirantes centenares de personas.
Desde luego, todos se sienten con los atributos suficientes para ser ungidos candidatos por su respectivos partidos políticos. Porque además de su vocación de servicio público, los solicitantes del empleo —si usted prefiere, llámelos aspirantes— creen que son la última cocacola en el desierto. Aunque saben que necesitan una serie de bendiciones para que les toque en suerte ser elegidos candidatos, por lo que andan en peregrinar permanente, de antesala en antesala, intentando conseguir una promesa de que la candidatura —a lo que sea— ya la tienen en la bolsa.
El que no es el liderazo de una organización multitudinaria que ya merece ser tomada en cuenta, asegura que tiene tanta gente que es capaz de inclinar la balanza de las elecciones hacia el lado que se le antoje. Otros son recomendados, compadres o amigos de algún alto funcionario y por eso sienten que deben ser acreedores de la subordinación inmediata del resto de los aspirantes.
Pero como alguien tiene que revelar las verdaderas intenciones de este numeroso grupo de políticos, el arriba firmante declara solemnemente que el común denominador de los aspirantes es conseguir un trabajo que los haga olvidarse de cualquier crisis económica habida y por haber.
Mientras el resto de los mexicanos nos fregamos. Por la crisis. Y por los políticos que tenemos.

1 comentario:

mario iñigo rodriguez dijo...

gracias gran amigo Felipe el que te gira se identifica ante ti, pertenesco a la viaja guardia de los medios años50 hasta lo 80 as, actuialmente me dedico a escribir y haciendo remebrasas, yo conoci al tlacuache, pero su nombre lo tenia yo borrado un gran saludo
Mario iñigo Rodriguez, inigotimes@gmail.com