jueves, 7 de mayo de 2009

Dos temas dos

El primero es el fallecimiento de Manuel Capetillo Villaseñor, vecino de Capulhuac, pero nativo de Ixtlahuacan, Jalisco.
Torero y actor, básicamente. El llamado mejor muletero del mundo —por esos largos pases en redondo— falleció el martes por la mañana en Nayarit. Dejó, desde luego, una familia dedicada a la farándula —incluyendo a Manuel, quien abrazó la labor de conductor de programas religiosos—, pero por sobre todas las cosas dejó la herencia del toreo alegre mexicano.
Como pocos. Porque por lo general los toreros son serios y muchos se ensimisman a la hora de torear. Pero las faenas de Capetillo Villaseñor eran siempre alegres, festivas y jaraneras. El carácter jalisciense se desbordaba, cuan largo era, en sus pases de capa y muleta.
Cuento lo que he visto en videos. Y lo que cuentan viejos aficionados. El Manuel Capetillo que conocí hace una década —en una gira con el entonces gobernador César Camacho, cuando invitaban a giras con el gobernador— era alegre y dicharachero, simpático desde la primera impresión.
Descanse en paz.
***
El mejor trabajo del mundo, ese que hubiéramos querido muchos, fue para un súbdito de la pérfida Albión.
Se trata de Ben Southall, de 34 años, que será el encargado de cuidar durante seis meses Hamilton, una isla tropical en Australia. Por ese trabajo de seis meses, ganará la friolera de 110 mil dólares.
Elegido entre cerca de 35 mil aspirantes —pocos latinoamericanos, por cierto— que se presentaron al concurso por internet organizado por el departamento de Turismo del estado australiano de Queensland, además del salario, el puesto de “vigilante” en Hamilton incluye una casa en la playa con tres dormitorios, piscina y un carrito de golf para recorrer la paradisiaca isla.
El trabajo de Southall comenzará el próximo 1 de julio. A partir de entonces, se relajará, escribirá, disfrutará del clima tropical y nadará en las cristalinas aguas de esta isla situada en la Gran Barrera de Coral.
Southall ha trabajado como guía turístico en África, dirigido proyectos de caridad en el Reino Unido, organiza un festival de música, y es un aficionado al maratón y a escalar montañas.
Por cierto, la campaña que ofreció “el mejor empleo del mundo” ha generado unos 75 millones de dólares en publicidad para la isla, lo que el departamento de Turismo de Queensland ha calificado como un éxito, pues invirtió apenas 1.25 millones de dólares en la convocatoria que en los primeros días recibió casi 20 mil solicitudes.
En las que estuvieron las de algunos mexicanos que no corrieron con suerte. Ahora, en el mejor de los casos buscarán chamba en las ferias del empleo. De lo que sea.

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