viernes, 4 de julio de 2008

¡Viva mi desgracia!

Cada primavera cambio mi teléfono celular. No es capricho ni tradición, simplemente es que la compañía me cobra mensualmente una lana y se supone que me devuelve puntos, que sumados al cabo de un año me dan el crédito suficiente para adquirir un celular nuevo.

El anterior, un Z710, decidí ponerlo a la venta en Mercado libre. —http://www.mercadolibre.com.mx/jm/item?site=MLM&id=21853334—. Con tal suerte que lo he vendido tres veces, pero la misma cantidad de ocasiones los méndigos compradores se han arrepentido. Y yo me he quedado como idiota —peor que un presidente municipal de León, Guanajuato, que recule en un programa de capacitación policial sobre tortura—.

Estoy salado y sin un peso partido por la mitad. ¡Viva mi desgracia!

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